El pasado Viernes ya critiqué, aunque no con la profundidad que hubiese querido, un absurdo artículo publicado en la web "Rebelión", que recogía un primer análisis de la extrema izquierda europea sobre la crisis palestina. Hoy, en esa misma web, he podido leer otro artículo, que lleva por título: "Contra los golpistas de Ramallah", en el que se analiza la guerra civil palestina con una mayor profundidad, aunque reproduciendo los mitos, simplificaciones y tópicos que suelen ser característicos en estos escritos. Ahí va mi visión crítica del texto:
El autor plasma con total tranquilidad la versión oficial de Hamas, que defiende que Fatah ha traicionado a la causa palestina y les acusa de colaboracionismo con los malvados EEUU e Israel. De hecho, el articulista les acusa de traición y de entreguismo desde la firma de los tratados de paz de Oslo. ¡Esto si que es fidelidad a las tesis de Hamas!, el jeque Yassin estaría emocionado si pudiese haber leído el artículo...
Este hecho de aceptar la versión difundida por los medios afines de Hamas sin ningún tipo de espíritu crítico explica que se justifique con total tranquilidad el golpe de estado llevado a cabo por esa organización islamista en Gaza.
Presenta a EEUU e Israel - léase el malvado imperialismo - como los grandes causantes de la situación de desesperación de la población palestina: pero aquí el análisis vuelve a ser simplista y apriorista. Menciona y exagera hasta limites insospechados la injerencia estadounidense e Israelí, pero obvia la participación de otras potencias regionales, como Siria, Irán, Arabia Saudí o Egipto, que también han movido ficha en este conflicto; y ni siquiera menciona la gran complejidad de la sociedad palestina y sus conflictos internos, como por ejemplo las luchas entre los diferentes clanes familiares, que en muchos casos se disfrazan de enfrentamientos políticos.
En su argumentación, el autor desvirtúa de manera descarada los hechos: por ejemplo, cuando habla del "golpe de estado planeado por Fatah contra el gobierno de Hamas", el articulista dice que se interrumpió en una ocasión debido a "la agresión israelí contra el pueblo libanés". Lógicamente eso es falso porque no fue una agresión, sino más bien la respuesta a una anterior agresión del Hezbollah, que asesinó y secuestró a soldados israelíes en territorio israelí. Además, no fue contra el pueblo libanés sinó contra el Hezbollah y muchas bajas civiles se debieron a que esa organización islamista pro-iraní colocó lanzadoras de misiles en zonas habitadas por esa población civil a la que decía proteger.
El articulista presenta a Hamas como un "movimiento de liberación nacional" e intenta rebajar su ideología islamista: Esta es una de las principales características de estos artículos. En efecto, como queda feo desde un punto de vista izquierdista apoyar a las retrógradas, fanáticas y ultraconservadoras corrientes islamistas, los articulistas de extrema izquierda intentan presentarlas a sus lectores como si fueran "movimientos de liberación nacional" a la vieja usanza. ¡Craso error!, porque esa ideología islamista es la principal característica de estas organizaciones, aunque también pueden tener un cierto carácter nacionalista. Pero no es de los peores artículos que he leído, pues el autor demuestra tener un poco de sentido común cuando dice:
El autor plasma con total tranquilidad la versión oficial de Hamas, que defiende que Fatah ha traicionado a la causa palestina y les acusa de colaboracionismo con los malvados EEUU e Israel. De hecho, el articulista les acusa de traición y de entreguismo desde la firma de los tratados de paz de Oslo. ¡Esto si que es fidelidad a las tesis de Hamas!, el jeque Yassin estaría emocionado si pudiese haber leído el artículo...
Este hecho de aceptar la versión difundida por los medios afines de Hamas sin ningún tipo de espíritu crítico explica que se justifique con total tranquilidad el golpe de estado llevado a cabo por esa organización islamista en Gaza.
Presenta a EEUU e Israel - léase el malvado imperialismo - como los grandes causantes de la situación de desesperación de la población palestina: pero aquí el análisis vuelve a ser simplista y apriorista. Menciona y exagera hasta limites insospechados la injerencia estadounidense e Israelí, pero obvia la participación de otras potencias regionales, como Siria, Irán, Arabia Saudí o Egipto, que también han movido ficha en este conflicto; y ni siquiera menciona la gran complejidad de la sociedad palestina y sus conflictos internos, como por ejemplo las luchas entre los diferentes clanes familiares, que en muchos casos se disfrazan de enfrentamientos políticos.
En su argumentación, el autor desvirtúa de manera descarada los hechos: por ejemplo, cuando habla del "golpe de estado planeado por Fatah contra el gobierno de Hamas", el articulista dice que se interrumpió en una ocasión debido a "la agresión israelí contra el pueblo libanés". Lógicamente eso es falso porque no fue una agresión, sino más bien la respuesta a una anterior agresión del Hezbollah, que asesinó y secuestró a soldados israelíes en territorio israelí. Además, no fue contra el pueblo libanés sinó contra el Hezbollah y muchas bajas civiles se debieron a que esa organización islamista pro-iraní colocó lanzadoras de misiles en zonas habitadas por esa población civil a la que decía proteger.
El articulista presenta a Hamas como un "movimiento de liberación nacional" e intenta rebajar su ideología islamista: Esta es una de las principales características de estos artículos. En efecto, como queda feo desde un punto de vista izquierdista apoyar a las retrógradas, fanáticas y ultraconservadoras corrientes islamistas, los articulistas de extrema izquierda intentan presentarlas a sus lectores como si fueran "movimientos de liberación nacional" a la vieja usanza. ¡Craso error!, porque esa ideología islamista es la principal característica de estas organizaciones, aunque también pueden tener un cierto carácter nacionalista. Pero no es de los peores artículos que he leído, pues el autor demuestra tener un poco de sentido común cuando dice:
"Desde este punto de vista es bastante trágico constatar, una vez más, la total ausencia de una alternativa clara que permita a los militantes palestinos de izquierda disputar a las corrientes islámicas la expresión popular de la resistencia a la ofensiva imperialista y a los planes sionistas".
Lógicamente, recela del islamismo de Hamas y se lamenta del poco peso que tienen hoy en día las organizaciones izquierdistas palestinas, como por ejemplo el FDLP o el FPLP, en la OLP y en la lucha por la "causa palestina". Pero omite que, en parte, esta situación actual es culpa de la propia extrema izquierda europea, que ha preferido hacerles el juego a los islamistas y a sus tesis en lugar de apoyar a sus colegas de la extrema izquierda palestina cuando han visto que esas corrientes socialistas árabes perdían apoyo popular y las corrientes lideradas por los barbudos ganaban en influencia.
Finalmente, concluye su escrito volviendo a acusar de traición y colaboracionismo a Fatah y animando a los "que quieren apoyar al pueblo palestino" a combatirla y a romper toda relación con esa organización "colaboracionista" creada por Yassir Arafat.
En resumen, nos encontramos ante un análisis simplista, maniqueo y distorsionador de los hechos, que reproduce todos los tópicos de la extrema izquierda europea sobre el medio oriente y sobre el conflicto israelo - palestino.
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