Hace escasos minutos he podido leer en "Arutz Sheva" que hoy ha tenido lugar en Tel Aviv una manifestación para pedir la dimisión de Ehud Olmert y la convocatoria de nuevas elecciones.
Estoy totalmente de acuerdo. E. Olmert siempre me ha parecido un político indeciso, incapaz de dirigir la política israelí en unos momentos tan complejos como los de los últimos meses, con la victoria del grupo islamista - yihadista Hamas en las legislativas palestinas de finales de Enero del pasado año; con el auge del islamismo político en la zona, un hecho que se puede observar facilmente con el reforzamiento de organizaciones yihadistas como Hezbollah o Hamas, apoyadas por la dictadura siria y por el gobierno iraní; o con la amenaza del presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad, que clama la destrucción "del régimen tiránico que gobierna Al-Quds" y organiza contubernios negacionistas del Holocausto con total impunidad.
Si Amir Peretz o Ehud Olmert tienen un poco de vergüenza y dignidad deben dimitir. Afortunadamente, el ministro de defensa parece más receptivo y su dimisión podría producirse en las próximas horas. Aunque no me guste reconocerlo, estoy seguro de que ahora no estaríamos en esta situación si Arik Sharon hubiese estado al mando.
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