martes, 24 de abril de 2007

Peligroso auge del racismo, la xenofobia y el antisemitismo durante el pasado año

Voy a reproducir a continuación un artículo interesante que denúncia el aumento de los actos racistas, xenófobos y antisemitas durante el pasado año en Europa. Además, también informa del ascenso de las formaciones y partidos de extrema derecha en países del viejo continente como por ejemplo en Bélgica. Os dejo con el artículo, condenando firmemente esos deplorables actos.

La Lucha en Europa contra el Racismo, la Intolerancia y los Crímenes de Odio.

Estamos asistiendo en toda Europa a un proceso de crecimiento de la xenofobia, del ultranacionalismo, el antisemitismo y en general, de la intolerancia. Es un problema que también alcanza a otros lugares del mundo, es una reacción regresiva frente los cambios globales que se están produciendo. En Austria, Francia, Bélgica, Suiza, Holanda...pero también en Polonia, Rusia, Croacia, Serbia se observan fenómenos similares de resurgimiento de una ultraderecha que a su vez tienen similitudes con procesos que se desarrollan en otros continentes, bien en Estados Unidos, en Australia, Japón o Latinoamérica. Es una respuesta no democrática a las contradicciones que genera la actual globalización neoliberal en la que el mundo está inmerso.La Europa del siglo XXI se enfrenta a un fuerte y peligroso crecimiento orgánico y político de las formaciones de ultraderecha. Tiene ante sí misma una doble realidad, de una parte, en su expresión más suave, opciones políticas representadas por partidos populistas, xenófobos, antieuropeístas que incluso utilizan nominativos de tradiciones democráticas, y de otra, opciones mas extremas que proyectan un racismo alimentado por grupos ideológicos y políticos relacionados con una constelación de organizaciones neonazis, sobre todo skinheads, que actúan con extraordinaria violencia. En general estas formaciones y sus lideres han explotado electoralmente factores que les ha proporcionado apoyos de diversos sectores de la sociedad y en países con culturas muy dispares, esencialmente, la vinculación de la inmigración con el paro y la delincuencia; la desconfianza en la clase política tradicional a la que ven alejada y salpicada de escándalos de corrupción ; y finalmente, el temor a la pérdida de identidad nacional a favor de entidades supranacionales como la Unión Europea y por la presencia de otras tradiciones culturales y religiosas.Sin embargo, el problema del racismo, la xenofobia, el antisemitismo, la islamofobia y otras formas de intolerancia, no es sino el síntoma de una triple crisis. Una crisis mundial por la globalización neoliberal, cuya dinámica de acumulación de capital y concentración de poder, genera graves problemas de todo tipo; otra, es una crisis de ámbito nacional generada en los países a partir de la contradicción entre su modelo de desarrollo productivista y consumista y un insuficiente Estado del Bienestar, y finalmente, hay que contemplar una tercera que es la crisis de proyecto democrático, que se revela en la fractura y lejanía de los partidos políticos con una acción necesaria derivada de una lógica ciudadana.
Alarma europea.
En Austria, los ultraliberales estiman que los inmigrantes amenazan a la identidad austriaca, incluso Haider llegó a elogiar la política de empleo del nazismo y calificó los campos de exterminio como campos de castigo o de expulsión de los judíos. En Alemania el culto neonazi gana adeptos y los partidos de ultraderecha están representados en parlamentos regionales; la presencia de cabezas rapadas y de sus acciones violentas, contabilizadas por millares anualmente, es todo un aviso para la democracia. En Francia el principal grupo de extrema derecha es el Frente Nacional de Le Pen, fundado en octubre de 1972 por antiguos colaboracionistas con la ocupación alemana, destaca en su programa el principio de preferencia “los franceses primero” en el empleo, sanidad, educación etc.; la creación de campos de tránsito para inmigrantes antes de ser expulsados; la pena de muerte para los delitos mas graves; la salida de la Unión Europea; incentivar la vuelta de la mujer al hogar con jubilación y otras propuestas que recuerdan al régimen colaboracionista de Vichy.En Bélgica los valores nacionalistas, religiosos y xenófobos han precipitado la resurrección del movimiento flamenco. En Holanda el protagonismo institucional del populismo xenófobo y el antisemitismo es difundido por grupos nacionalsocialistas holandeses. En Italia existen partidos ultraderechistas con fuerte presencia electoral e institucional y también proliferan otros grupos de carácter racista como los naziskin que se dedican a la caza del inmigrante y tienen una notable presencia entre los grupos ultras del fútbol. En Gran Bretaña las manifestaciones racistas y las exaltaciones ultranacionalistas son visibles, el revisionismo de David Irving que niega la existencia del Holocausto se hace notar y grupos neonazis como Combat 18 han sido relacionados con tráfico de armas y acciones violentas.En la neutral Suiza, la ultraderecha ha cosechado éxitos políticos y en Grecia hay una recuperación de signo ultranacionalista y se han desarrollado numerosos grupúsculos neonazis y extremistas. Los países escandinavos, modelos de tolerancia y bienestar social, no han escapado a la ola de xenofobia y el resurgir de la ultraderecha. Dinamarca es el país nórdico con mayor número de racistas y en Suecia, país de tradicional asilo, hay diversos grupos ultranacionalistas y las marchas ultras con abundante parafernalia fascista ha permitido visualizar a centenares de grupos neonazis. En Noruega es significativa la presencia institucional populista y xenófoba y en Finlandia, en el seno de partidos de derechas convencionales, se han registrado posturas radicales y xenófobas En cuanto a Europa del Este, Rusia ha registrado un desarrollo poderoso de formaciones ultranacionalistas y en Ucrania , Bielorrusia y Moldavia hay movimientos muy violentos. Los ataques a inmigrantes son incesantes. En Rumanía, al igual que en los otros países del Este, antiguos líderes comunistas han abrazado tesis nacionalistas y xenófobas cargados de un fuerte antisemitismo y rechazo a los húngaros. En Bulgaria la turcofobia y el rechazo al Islam alimenta el extremismo nacionalista, en Chequia y Eslovaquia los grupos racistas y neonazis han adquirido bastante fuerza y se han centrado en la persecución de la comunidad gitana. En Polonia se vive un renacido antisemitismo donde una decena de partidos se declaran racistas. En la antigua Yugoeslavia todas las corrientes ultras, neonazis, nacionalcomunistas y extremistas se dan cita en la región.Su coordinación en redes, como EURONAT que representa la Europa de las naciones y en la que se encuentra el propio Frente Nacional (Francia), el Vlaams Blok(Bélgica), Democracia Nacional (España), Alianza Nacional (Portugal), el Partido de la Gran Rumanía, Alianza Patriótica Nacional (Finlandia), Democracia Nacional (Suecia), el Partido Nacional Eslovaco y el Brittis National Party (Gran Bretaña), añade otra preocupación. La Unión Europea, el Consejo de Europa, la OSCE y Naciones Unidas han manifestado su preocupación por este problema.
En España, las señales también son inquietantes. Los Informes del Movimiento contra la Intolerancia señalan agresiones y presencia de grupos racistas en mas de 200 ciudades españolas con dimensiones urbanas muy diferentes, tanto en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Málaga.. o en localidades mas pequeñas como Tarrasa, El Ejido, Orihuela, .., aunque el problema está presente en todas las Comunidades Autónomas de España.Nuestra investigación recuerda que en España, desde el año 1991, se han producido mas de 75 crímenes motivados por el odio xenófobo, racial o neonazi, en su mayoría inmigrantes e indigentes, aunque no se descarta que la cifra pudiera ser significativamente mas alta. Junto a los homicidios, hay que señalar millares de agresiones graves en los últimos años, en especial a los indigentes, los “sin techo”, muchos de ellos inmigrantes, colectivo que según datos de una encuesta del Instituto Nacional de Estadística a finales de 2005, revelaba que el 40% de estas personas había sufrido agresiones en la calle.En España, el aumento del prejuicio que detectan las encuestas en el rechazo a la inmigración, a la diversidad de confesiones religiosas, en especial al Islám, es la “gasolina” que nutre a grupos fanáticos, quienes a su vez interactúan alimentando la intolerancia. La crispación, el discurso del choque de civilizaciones, la radicalización, es la antesala de nada positivo para la convivencia democrática.
El Movimiento contra la Intolerancia, a través del Informe RAXEN en su edición especial 2006, recoge una investigación que denomina el “Mapa del Odio”, ha detectado que la existencia de mas de 70 grupos neonazis, racistas, ultras, xenófobos, neofascistas y antisemitas que operan en España y pueden albergar a varios miles de afines, no es algo puntual o pasajera. Algunos de estos grupos detenidos por las fuerzas de seguridad, se les han incautado armamento, como Frente Antisistema, Sangre y Honor, Hammerskin, ... aunque otros siguen operando con impunidad y mantienen contactos internacionales.El Informe denuncia que en España existen mas de 50 grupos de música racista con denominaciones como Odal, Reconquista, Klan, Batallón de Castigo, etc., que realizan conciertos relativamente clandestinos y editan CDs para difundir entre los jóvenes ideas xenófobas, antisemitas, neonazis y violentas. Además utilizan emisoras de Radio en Internet (Radio Hispania, Radio Nacionalsocialista...), fanzines que se distribuyen en torno a los estadios de fútbol y centros de distribución de propaganda, ropa, cds, libros y otros materiales que configuran un potente “merchandaising”, una de las bases económicas del entramado racista.Un problema muy grave es la presencia en Internet de Webs ultras en España que supera el centenar, ademas de Foros y chats dedicados a propagar el racismo, la xenofobia el antisemitismo, la islamofobia y otras formas de intolerancia. Webs como NuevOrden, Fuerza Aria o Anillo Nacional Socialista, que a su vez mantienen enlaces a nivel mundial con el Ku Klux Klan, Combat 18, Volstfront, Blood& Honour, NSDP.., y un largo etc. que alcanza cifras de mas de 4.000 “sites” (de las que unas de 500 son de diversos países hispanos), según señala Naciones Unidas. También hay que advertir del aumento de sucesos racistas en el ámbito del fútbol que en España, durante estos años, ha vivido la mayor ola de racismo de su historia. Sus protagonistas hay que buscarlos en las Gradas Ultras del Fútbol, presentes en la mayoría de los estadios, incluso en los encuentros de la selección española. Estas gradas son el vivero mas importante de reclutamiento de los grupos que promueven el odio, especialmente de jóvenes y menores a los que posteriormente empujan al ejercicio de la violencia contra personas y colectivos señalados como objetivos.Finalmente hay que señalar que existen mas de 20 organizaciones políticas de extrema derecha, legalmente registradas, algunas muy activas que promueven el ultranacionalismo y la movilización contra la inmigración y que se coordinan internacionalmente con formaciones xenófobas que han alcanzado representación parlamentaria, cual es el caso del FN francés y el NPD alemán. También han surgido plataformas contra las mezquitas y una gran actividad editorial que alimenta el neofascismo.Pese al reclamo de numerosas voces que señalan a aquellas redes de internet que promueven el odio, las gradas ultras del fútbol, los centros de distribución de material racista o las organizaciones neofascistas, pese a la denuncia mediática y la constatación de numerosos delitos, el avance en la sanción de estas conductas, definidas ilícitas en el Código Penal de la democracia, ha sido prácticamente insignificante. Tampoco existen ni Fiscalía especializada, ni unidades de policía especializada de ámbito nacional para perseguir estos delitosLa víctima del odio racista y de la intolerancia criminal no tiene en España protección o apoyo específico, a diferencia de la víctima del terrorismo y de la violencia de género. En general la víctima al ser agredida se siente sola, desconcertada y no da crédito a lo que le pasa. También puede sentir impotencia, dado que ni pudo evitar ser atacado, ni lo puede evitar en un futuro, al no poder cambiar su etnia, origen, color de piel, sexualidad, etc. El sentimiento de indignación, temor, rabia, ansiedad, impotencia acaba haciendo mella en la víctima, su familia y en el colectivo de pertenencia. Sin embargo, los crímenes de odio no solo pueden tener efectos inmediatos y a largo plazo en las víctimas, también en el conjunto de la sociedad y en la convivencia democrática. Ser consciente del problema puede ayudar a reconocer y tratar los efectos del odio.
Algunos consejos estratégicos.
En efecto, la xenofobia y otras manifestaciones de intolerancia se extienden por Europa. La metástasis ultra confirmada en Europa por millones de votos que defienden una ideología ultraderechista y xenófoba, e incluso que algunos de ellos sostienen ideas próximas al nazismo, se beneficia de cierta complacencia formalista de las instituciones democráticas. Pero el racismo no es democrático aunque lo apruebe el 95% de los votantes , así nos lo mostró el horror nazi, tras la elección democrática de Hitler, y es que en democracia se decide por mayoría dentro de unos principios fundamentales que no están sometidos al voto; no se puede usar la libertad para negar la dignidad, los derechos y libertades de los demás.Uno de los grandes errores institucionales en España y en otros países europeos ha sido minimizar este problema y ser indolentes ante los hechos. El objetivo democrático ha de ser neutralizar el desarrollo de la intolerancia y sus manifestaciones y el método requiere al menos una reactivación ética que nos lleve a una intervención integral de carácter democrático. Así lo reclaman las instituciones europeas que defienden los Derechos Humanos y así lo demanda la sociedad civil desde un tejido asociativo que lucha todos los días contra esta lacra de la humanidad.Desde esta perspectiva interpretamos que las líneas de intervención estratégica deben contemplar, al menos:1.- Evitar la cristalización política de corrientes sociales xenófobas e identitarias. La conformación en movimiento o partido político alberga racismo, antisemitismo, islamofobia y otras manifestaciones de intolerancia. Denunciar de manera global y transversal esas expresiones políticas para reducir el impacto del discurso extremista hasta eliminar su desarrollo.2.- Perseguir judicialmente y sancionar , civil y penalmente, las infracciones discriminatorias y los delitos de odio. Acompañar las acciones judiciales de una amplia deslegitimación social de estas conductas de intolerancia, promoviendo la solidaridad con la víctima.3.- Conseguir una legislación y unas políticas integrales que protejan a las personas y colectivos afectados, que amparen a las víctimas del odio y que promuevan en la sociedad la sensibilización y la educación en valores democráticos de convivencia.Sin embargo, los efectos de estas actuaciones solo serán retardatarios y paliativos del proceso de crecimiento de la intolerancia por la confluencia de las diversas de crisis que exigen, cuando menos, responder con otra gestión de la globalización y otro modelo de desarrollo, así como con un proyecto democrático e institucional, a todos los niveles, que avance en la universalidad de los derechos humanos y en una sociedad del bienestar sin exclusiones.La historia nos ha demostrado los efectos devastadores del odio y la intolerancia, evitemos aquello que expresaba Martín Luther King, para no tener que arrepentirnos “no tanto de las acciones de la gente perversa, sino de los pasmosos silencios de la gente buena”.
Esteban Ibarra.
Movimiento contra la Intolerancia.
Podéis leer el texto original pulsando aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pal entrar a este sitio pense que iba a haber algo de racismo y xenofobia pero en latino america, no de europa! seria bueno que pongan algo de nuestros paises (3er mundo) y solamente de europa