lunes, 16 de julio de 2007

La ceguera de la extrema izquierda europea: panegírico a los movimientos islamistas en un artículo de la web "Rebelión".

Estimados lectores:

En otras ocasiones ya he denunciado la absurda postura, desde mi punto de vista, que tienen ciertos sectores de la extrema izquierda europea en hacerle el juego a las organizaciones y gropos paramilitares islamistas. Hoy, desafortunadamente, tenemos un nuevo ejemplo en un artículo de la web "Rebelión" ,que se titula "Hamás y el desafío a los regímenes pro-occidentales árabes".
En dicho escrito, su autor, Alberto Cruz, plasma todos los mitos de la extrema izquierda acerca del medio oriente: tilda a Israel de estado "filo-nazi" y lo presenta como un estado colonial europeo en la zona, tacha de traidores y de "gobierno colaboracionista de Vichy" a Mahmoud Abbas y a su gente de Fatah, y lógicamente hace una defensa a capa y espada de las organizaciones "político - militares" islamistas como el Hamas y el Hezbollah, presentándolas como grupos de resistencia anti-colonial y como movimientos de liberación nacional, omitiendo en la medida de lo posible su carácter yihadista, que es una de sus principales características. La auténtica diárrea mental que tiene la extrema izquierda europea, confundiendo progresía con integrismo religioso y fanatismo conservador, se refleja claramente en el segundo párrafo del artículo, donde el autor comenta que:
"Durante la guerra del pasado verano en Líbano, y a medida que se ponía de manifiesto la incapacidad del Ejército israelí para derrotar a Hizbulá ante la resistencia de los combatientes de este movimiento político-militar libanés, la calle árabe fue escenario de masivas manifestaciones donde los islamistas se juntaban sin complejo con los marxistas y donde los carteles de Hassan Nasrala compartían protagonismo con los del Ché Guevara. En Egipto los Hermanos Musulmanes desfilaban al unísono con la izquierda del movimiento Kefaya; en Jordania el Frente de Acción Islámica iba codo con codo con el Partido Comunista de los Trabajadores. Manifestaciones semejantes de produjeron en todo el mundo árabe con un sólo grito: "sin justicia no hay paz". Y con una sola aspiración: la retirada de Israel de los territorios palestinos que ocupa desde 1967".
Lógicamente, los grupos islamistas, cada vez con un mayor apoyo social de la calle pero marginados y perseguidos en la esfera política, no rechazan acudir a manifestaciones con gente de izquierda, pero otra cosa muy diferente es que defiendan ideas progresistas desde un punto de vista social. Ese mismo error lo pagaron muy caro los socialistas y comunistas iraníes. En efecto, cuando se iniciaron las protestas contra el Shá, islamistas y comunistas iraníes iban juntos a las manifestaciones y se mostraban una gran camaradería, pero cuando el movimieento de protesta culminó con la victoria islamista, la "Revolución Islámica" dirigida por el Ayatollah Jomeini, la izquierda iraní pago con sangre su apoyo a sus antiguos aliados.
Alberto Cruz además justifica plenamente las tesis de Hamas y la presenta como el único proyecto político válido para defender los intereses del pueblo palestino:
"En los Territorios Ocupados la ocupación filonazi de Israel ha convencido a los palestinos que no hay más opciones que la resistencia puesto que todas las concesiones que han hecho a los israelíes desde los acuerdos de Oslo no han servido para nada. Que la mal llamada comunidad internacional, es decir, los EEUU y sus acólitos europeos junto a una patética ONU y a la entonces inoperante Rusia (los integrantes del Cuarteto) sometiese al pueblo palestino a un asedio para derribar al gobierno legítimo de Hamás tras haber ganado éste las elecciones democráticamente derribó el mito de la posiblidad de un futuro mejor para sus pobladores aceptando las reglas democráticas y, sobre todo, derribó toda esperanza en un futuro estado independiente".
Pero su visión vuelve a ser terriblemente sesgada. Denuncia las injerencias estadounidenses en Oriente Medio y un colaboracionismo de Fatah con EEUU e Israel, pero omite totalmente la injerencia iraní y el hecho de que Hamas se ha convertido en un satélite iraní, al igual que lo es Hezbollah en el sur del Libano. Por otro lado, su esquema de buenos vs malos ni mucho menos se cumple. En efecto, no olvidemos que Arabia Saudí, uno de los malos y aliados del imperialismo, ha financiado y financia a Hamas, uno supuestamente de los buenos, anti-imperialistas y bla, bla, bla...
El gran problema es que su análisis es simplista y se basa en unos dogmas pre-establecidos. En efecto, el bueno de Alberto Cruz nos presenta la situación de Oriente Medio como si se tratase de un enfrentamiento entre el imperialismo estadounidense y sus aliados contra unos movimientos de resistencia anti-imperialistas y de liberación nacional, aunque con una mínima influencia islamista. Eso no es ni tan bonito ni tan sencillo. Aunque está claro el perfil neocolonial de la política estadounidense en Irak o en Afganistán, el autor omite totalmente la injerencia iraní en países como Libano, los territorios palestinos o la mencionada Irak. Estimado Alberto, Oriente Medio se ha convertido en un tablero de ajedrez en donde confluyen muchos intereses entrecruzados y muchas potencias (EEUU, UE, Rusia, Irán, Arabia Saudí o China) mueven ficha.
En resumen, otro artículo que tiene todos los ingridientes característicos de la visión simplista y anacrónica sobre Oriente Medio y del conflicto israelo - palestino que tiene la extrema izquierda europea.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me pregunto quien 'financia' rebelión, o red voltaire.