sábado, 10 de febrero de 2007

Deconstruyendo el discurso islamista: crítica constructiva a un artículo de Rebelión.

Hace un par de días recordaréis que, en mi escrito: “La izquierda progresista y el integrismo religioso”, ya critiqué la tendencia a hacerle el juego al Islamismo político en la que ha caído parte de la izquierda progresista. Hoy desafortunadamente debo volver a hablar de lo mismo.
Esta mañana, tras desayunar, he visto un artículo colgado en la página web de Rebelión, que tiene por título: “Donde hay opresión, hay resistencia: Palestina y Líbano en Lucha contra el imperialismo”, y tras leerlo decidí realizar mi análisis crítico. Os paso el link para que le echéis una ojeada:

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=46303

El artículo comienza haciendo hincapié en que es culpa de las principales potencias europeas la actual situación de Oriente Medio. El articulista habla de la creación de países artificiales en la zona y la colocación de gobiernos títeres, afines a sus intereses económicos y hegemónicos en la región. En eso estoy de acuerdo en el fondo, pero no en la forma. Es cierto que el actual mapa de Oriente Medio lo crearon los ingleses y franceses tras la desintegración del Imperio Otomano. El tratado Sykes – Picot (1916), que dividió la región en una zona de influencia británica y otra francesa es el mejor ejemplo de eso. A partir de esa división fueron surgiendo una serie de estados artificiales como Jordania, Líbano o Irak, para satisfacer a las clientelas árabes aliadas de las potencias coloniales. Pero no estoy de acuerdo con el trato que le da al estado de Israel. Influenciado por las ideas islamistas, nuestro articulista afirma acerca de dicho estado:

“…que ha asegurado la presencia permanente de un fiel guardián de los intereses del imperialismo en la región, el estado sionista de Israel. Un estado funcional al imperialismo occidental incrustado en la nación árabe, en un área de alto valor geoestratégico que hace de puente entre varios continentes, poseedora de las mayores reservas de petróleo del planeta, sangre vital de la economía y fuente imprescindible para obtener la condición de gran potencia”.

Aquí viene el primer tópico a rebatir acerca de Israel. Señor articulista, el estado de Israel no es un implante del colonialismo europeo en la región, es precisamente todo lo contrario. El estado israelí es fruto de la descolonización de la zona y surge gracias al movimiento de liberación nacional judío. Si es cierto que en determinados momentos, Gran Bretaña apoyó al proyecto sionista, por ejemplo con la “Declaración Balfour” (1917), pero en otros no dudó en obstaculizarlo y apoyar a la causa nacionalista árabe, como por ejemplo a finales de los años treinta y durante la segunda guerra mundial con el Libro Blanco, que limitaba la migración judía en Palestina e incluso invalidaba la creación de un estado judío. La conclusión a la que llega el articulista es pues errónea desde mi punto de vista. Personalmente creo que GB apoyó a unos o a los otros dependiendo de las circunstancias y mirando siempre para su propio beneficio.

Tras este desafortunado comentario, el articulista sigue en su empeño de relacionar al proyecto sionista con el imperialismo. Mirad lo que afirma y que manera de mezclar churras con merinas:

“La cuestión palestina, más allá del conflicto territorial con el colonialismo sionista, es la cuestión del imperialismo, está originada por él, y se inserta en el marco más amplio de su naturaleza brutal y depredadora sobre las más amplias masas populares, de su opresión e injusticia continua en todos los campos. La legítima lucha del pueblo palestino y del conjunto de la nación árabe, no es, sino una de las más largas batallas de la historia que enfrenta a ésta contra el imperialismo y el sionismo.Todo esto no es historia pasada, lejana o reciente, es realidad hoy, Iraq, Palestina o el Líbano son vivos ejemplos”.

Ahora compara el conflicto israelo – palestino, que como todos sabéis es una lucha entre dos movimientos nacionales enfrentados desde hace más de un siglo, con la brutal ocupación estadounidense de Irak. Otra falacia con el mismo fin: deslegitimar a Israel y presentarla como un producto Made in USA.

A continuación hace un repaso de lo que ha ocurrido este último año en Gaza – Cisjordania y es justamente ahora cuando nuestro articulista cruza el Rubicón y nos muestra claramente su postura pro – islamista, realizando una defensa casi numantina de Hamas. Por ejemplo alude a que ganó las elecciones democráticamente y se queja de que el “imperialismo internacional”, léase EEUU, UE e Israel, le impusiera el bloqueo económico. Posteriormente crítica la ineficacia y corrupción del gobierno de Al – Fatah en sus años de gobierno – ahí lleva razón – y crítica al partido de Abbas su postura quintacolumnista desde que la organización islamista ganó las elecciones. Pero en el análisis de estos hechos vuelve a fallar por su simpleza: culpa de todos los males al “imperialismo occidental” y no se da cuenta de que esa rivalidad Fatah – Hamas ya viene de muy atrás. El enfrentamiento entre ambas organizaciones nace durante la primera mitad de la década de los noventa – al calor de los acuerdos de Oslo – y desde entonces sólo ha hecho que aumentar. Es un análisis muy simplista el hecho de presentar los acontecimientos de estos últimos doce meses como las causas únicas del enfrentamiento y de esta situación de guerra civil encubierta que se vive especialmente en Gaza.

Prosigue nuestro islamista – perdón, quise decir articulista – analizando la situación del Líbano en estos últimos años. Claro está, las contradicciones existentes en una sociedad tan compleja como es la libanesa para él apenas cuentan. Su análisis peca de simplismo y de maniqueísmo. Acusa de todo a Israel: del asesinato de Rafic Hariri en Febrero de hace dos años, de la actual bipolarización de la sociedad libanesa, del asesinato de Pierre Amin Gamayel e incluso de la guerra de este verano pasado. Para él, Siria e Irán no juegan sus cartas en El Líbano, son pobres e inocentes víctimas del imperialismo. La realidad es mucho más compleja. Vamos a ver, está claro que EEUU y sus aliados han jugado sus cartas en apoyo de Fuad Siniora, pero es que Irán y Siria también juegan las suyas. Desafortunadamente, hoy la política libanesa es como una partida de ajedrez donde Irán y EEUU juegan sus cartas y se enseñan los dientes, pero ambos hijo mío. No seas tan maniqueo en tus planteamientos, que eso de unos muy buenos y otros muy malos sólo pasa en las películas.

Al final del artículo el tío ya lo borda. Realiza una defensa a capa y espada de Hezbollah, que nos la presenta como su fuera un movimiento popular de resistencia nacional – una falacia que el brazo armado de Teherán en el país de los cedros ha sabido vender muy bien – y además minimiza la principal característica de esa fanática organización: su ideología islamista. Veamos como lo expresa:

"Hizbolá fue, con mucho, la principal fuerza que combatió la presencia israelí en el sur del Líbano y su organización armada fue determinante para forzar la retirada sionista de casi todo el país en mayo de 2000. Hizbolá se ha ocupado con programas asistenciales y ha organizado a las masas shiíes pobres y marginadas del sur libanés, su orientación nacionalista y no sectaria ensanchó su base social y su popularidad de tal manera que es percibido como una opción diferente por amplias masas populares convirtiéndose en un actor político fundamental. Es evidente que su dimensión islamista ha quedado, por el momento al menos, en un segundo plano en beneficio de un perfil nacionalista árabe libanés. Además las reivindicaciones revolucionarias democráticas de amplias capas populares superan en ocasiones el programa reformista de Hizbolá y le obliga a defender posiciones más progresistas. Su popularidad se ha visto nuevamente reforzada por su papel de resistencia eficaz contra las fuerzas agresoras israelíes durante la criminal agresión que desataron este pasado verano, en contraste con el ejército libanés que fue prácticamente invisible hasta que las potencias imperialistas no decidieron el papel que debía ejercer en el marco de la resolución 1701 del CS de Naciones Unidas".

Ni el propio Hassan Nasrallah hubiese sabido vendernos tan bien la moto como este tío. A ver si el aparato propagandístico de Hezbollah lo contrata. Vamos a desmontar su torpe e islamista argumentación. En primer lugar, Hezbollah no es una organización nacionalista libanesa, esa es una imagen que vende, pero en realidad es un movimiento islamista Shíi financiado, protegido y armado hasta los dientes por Siria y especialmente Irán. Es el peón en la zona del régimen de los ayatollahs. Pero no de ahora, puesto que ese ha sido su rol desde su nacimiento a inicio de los años ochenta.

En segundo lugar, si es cierto que realiza una función mutual importante. Esa, señor articulista, es una característica de los grupos islamistas porque es lo que les permite alcanzar una gran popularidad y ganarse el apoyo de las masas. Pero, ahora bien, el hecho que lleve a cabo esa política mutual o asistencial no significa que ideológicamente sea una organización progresista ni de izquierdas. Hezbollah es lo más fanático y retrógrado que te puedes encontrar en Oriente Medio. He visto muchas fotos de terroristas de Hezbollah brazo en alto, haciendo el saludo nazi, he leído declaraciones de Hassan Nasrallah afirmando que hay que arrojar a Israel al Mar y devolver Palestina al Dar al – Islam, y he visto videos de su canal de TV (Al – Manar) donde se predica el odio, el racismo y el antisemitismo en programas infantiles destinados a niños. ¿es ese el tipo de socialismo que usted defiende, señor articulista?. En fin, de pena…

De nuevo, tras realizar este panegírico de Hezbollah, vuelve a justificar la causa islamista al afirmar que:

"Las movilizaciones en curso no son una rebelión islamista, ni una revuelta sectaria shií, ni un intento de golpe de estado, sino una revuelta democrático nacional con un fuerte contenido antiimperialista dirigida por la burguesía nacional".

Para concluir, nuestro articulista se lanza un órdago de esos que te dejan parado y sin respiración. Ahí va:

"El Medio Oriente necesita cambios en profundidad, destruir todos los regímenes reaccionarios y lacayos del imperialismo a través de la lucha popular, sacudirse el yugo imperialista y colonial como base que garantice los derechos nacionales y democráticos de los pueblos que constituyen la región, en especial los del pueblo palestino, construyendo un solo estado, laico, independiente y socialista, para árabes y judíos, sin discriminaciones ni base religiosa o étnica y consecuentemente, poniendo fin a la existencia del estado sionista israelí, colonialista, racista y proimperialista".

El tío se hace la picha un lío – con perdón -. Según él, hay que apoyar a los islamistas para lograr un Solo estado, laico, independiente y socialista, para árabes y judíos, sin discriminaciones ni base religiosa o étnica y consecuentemente, poniendo fin a la existencia del estado sionista israelí, colonialista, racista y proimperialista”.

Vamos a ver, demuestra tener una diarrea mental impresionante. El hecho de que el Islamismo político se oponga a EEUU y lance esa retórica anticapitalista no significa que sean progresistas y socialistas. Al contrario, es el islamismo político la antítesis del socialismo, de la igualdad, de la laicidad, de la libertad religiosa y de la justícia social. ¿Sabe una cosa, señor articulista?, el estado con un carácter más izquierdista que hay en Oriente Medio ha sido y es Israel. Sí, sí, no se sorprenda. Al contrario de lo que usted piensa, fue el estado israelí y los judíos que fueron a trabajar la tierra con sus manos, que levantaron todo un país y que se organizaron en Kibbutzim, los que han acariciado más de cerca un modelo socialista en Oriente Medio.

En conclusión, nos encontramos ante el típico artículo que plasma todos los argumentos del discurso islamista que ciertos sectores de la izquierda han adoptado. Este, además, hace giros dignos de un acróbata para intentar unir progresía y socialismo con la fanática y retrógrada corriente islamista. Triste, muy triste. Estoy descorazonado cuando leo artículos como este. Ojalá la izquierda progresista pueda enderezar su rumbo.
El Libertario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Solo quiero felicitarte en esta tarea de separar "las churras de las merinas". Este articulo que comentas es paradigmatico de la confusion que Europa entre popular y socialista, que no es lo mismo!
Me gustan los logros de Europa en el laicismo que tanta sangre nos han costado durante siglos demasiado como para simpatizar con movimientos que fundan su proyecto social en un libro sagrado

Sigue asi!

I. T.