Estimados lectores:
Un interesantísimo estudio dirigido por el doctor Roni Strier del departamento de Asistencia Social de la Universidad de Haifa determinó que "un 24% de los habitantes de Jerusalén que reciben ayuda del Servicio de Bienestar Social de Jerusalén restringieron el uso de medicamentos necesarios para su salud; un 42% disminuyeron sus compras de productos de primera necesidad".
Veamos más datos de interés: "un 82.5% de los habitantes de Jerusalén redujo sus gastos en las compras de libros y juguetes para niños, un 69% restringió o cesó de abonar los cursos particulares para sus hijos y un 22% decidió dirigirse a los establecimientos religiosos para recibir ayuda económica.
La Dra. Tami Sirkin y la Sra. Dorit Birán del Departamento de Bienestar Social, División de Planeamiento y Desarrollo de la Municipalidad de Jerusalén, realizaron una encuesta a 86 familias cuya edad promedio es 42.6%, padres de 5.27 hijos cada familia, la mayoría niños pequeños, para corroborar su situación económica. Estas familias representan un modelo típico de su estado económico bastante deplorable y que necesitan recibir ayuda por parte del Servicio de Bienestar Social de la ciudad".
La causa de este empobrecimiento la podemos encontrar en los años de presidencia del gobierno de Ariel Sharon. Veamos: "Se sabe que entre los años 2000-2002 el Estado de Israel atravesaba una crisis económica. Como consecuencia de ello, la directiva gubernamental decidió realizar diversos cortes económicos en el Servicio de Bienestar Social tomando como base que solamente a través de la liberalización del mercado laboral se pondría fin al proceso de transmitir la pobreza de generación en generación".
Los gobiernos neoliberales siempre defienden la privatización y el desmantelamiento del estado del bienestar, nos venden su receta como la panácea para lograr un milagro económico y como pasa siempre los más perjudicados son los ciudadanos de a pie: "La investigación deja al descubierto una gran verdad, de acuerdo al investigador: El nuevo programa económico no trajo una independencia económica de las clases bajas. El cuadro económico de los encuestados demuestra que la mitad de ellos debieron obtener un préstamo del banco y la cuarta parte tuvo que recurrir a sus ahorros para hacer frente a sus necesidades económicas".
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Fuentes: Argentinos amigos de Shalom Ajshav y El Reloj.
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