Estimados lectores:
El tribunal constitucional español ha ofrecido en bandeja de plata una tribuna abierta a neonazis y a racistas para que escupan sus mensajes de odio racial y de antisemitismo. En efecto, el T. C. considera que la penalización por el delito de negación de la Shoá es anticonstitucional porque atenta contra la libertad de expresión.
Estoy de acuerdo que la libertad de expresión es un derecho inviolable del ciudadano pero este derecho no puede utilizarse para lanzar mensajes de odio racial, homofóbico o religioso. Y precisamente eso es lo que hacen los negacionistas de la Shoá. Gente como David Duke, que está estos días en España, no pretenden aportar nada al debate académico sobre la segunda guerra mundial o sobre el nazismo, sinó que sólo pretenden lanzar su mensaje de odio antisemita y exculpar a los bárbaros asesinos de seis millones de personas inocentes que su único delito era ser judío.
He de recordar que no existía ningún tipo de conflicto entre los ciudadanos judíos alemanes, polacos o checos y sus vecinos no judíos. Eran gente integrada en sus países, de todas las clases sociales y de todas las ideologías políticas, y que además habían contribuido en muy buena medida al crecimiento económico, intelectual y artístico de sus países. Gente como Sigismund Shlomo Freud, Franz Kafka o Albert Einstein son unos ejemplos. Sólo la sinrazón racista nazi y el atávico antisemitismo de la sociedad europea pudo justificar ese intento de acabar con la población judía de Europa.
Ahora el tribunal constitucional de España, confundiendo churras con merinas, pues la libertad de expresión no debe servir para dar cobertura a mensajes de odio, da una bofetada a las víctimas del Holocausto, a su memoria y al pueblo judío, permitiendo que neonazis y racistas de toda calaña puedan lanzar impunemente sus ideas.
Pero esta decisión también es una burla a la gente que sufrió la brutal represión nazi: homosexuales, disidentes políticos, gitanos, discapacitados físicos, repúblicanos españoles... Pues se permite a los nazis y racistas vender una "cara amable" de ese asqueroso régimen y decir que en realidad se ha exagerado y que no fueron tan malos.
No quiero escribir más. Me saldrían cosas feas y no es plan. Sólo decir que cuando me entero de notícias como esta siento una gran vergüenza de ser español. Os dejo con un acertadísimo texto de Pilar Rahola acerca de esta desafortunada decisión del T. C.